Fa temps em va arribar aquesta història. Fins i tot un dia la vaig explicar en un Bon Dia. Per si un cas us la torno a posar avui aquí perquè la recordeu. Després de llegir-la us agrairia que escriguíssiu alguna reflexió sobre ella i la nostra vida. No serà que algú ens ha explicat les coses al revés? I si actuem pensant que les coses aniran com sempre, i resulta que aquest sempre era mentida? I si els llops són bons i les caputxetes, per vermelles que siguin, unes malcriades insoportables? I si... En fi, llegiu, penseu i... compartiu el que penseu.
EL LOBO FEROZ
El bosque era mi casa. Vivía feliz allí, y me gustaba tenerlo limpio y cuidado. Tenía muchos amigos y me encantaba hablar con ellos.
Un día de mucho sol, cuando estaba recogiendo unas basuras que habían dejado en el bosque unos excursionistas, oí unos pasos. Me escondí detrás de un árbol y vi venir una niña, vestida de una manera muy divertida, toda de rojo y con una capucha en la cabeza. Como si se quisiera esconder de algo, y de una manera alegre y despreocupada, iba destrozando las flores, pisando la hierba, y también tirando al suelo los papeles de los caramelos que se iba comiendo.
Naturalmente le pregunté quién era, de donde venía, dónde iba, etc. Ella me contestó, mientras cantaba y bailaba, que iba a ver a su abuelita y que le llevaba una cesta con miel. Me pareció una niña maja, pero un poco sospechosa vestida de aquella manera tan extraña. Y yo debía velar por el bosque, que era mi casa.
Decidí que debía avisar a la abuela para que le explicara que no se puede ir por la casa de otros sin decir nada, ensuciándolo todo y vestida de aquella forma. Podía asustar a alguno de los habitantes del bosque.
Como se debió distraer por el camino, yo llegué antes que ella a casa de la abuela. Era una señora muy simpática. Le expliqué la actitud de su nieta y coincidió conmigo en que merecía una lección. Me pidió que me quedara allí a esperar a su nieta para decirle que volviera a su casa. Mientras tanto la abuela se iba a ver a su hija y a explicarle el comportamiento de la niña.
Cuando llegó la niña, yo la invité a entrar en la casa. Me había vestido con la ropa de la abuela, ya que el día era bastante frío y aquella señora no había encendido la chimenea.
La niña, nada más verme, me hizo un comentario bastante desagradable sobre mis orejas. Como que ya me han insultado en otras ocasiones, le contesté que tenían aquella forma para oírla mejor.
La niña me caía bien, pero volvió a realizar otra observación desagradable e insultante sobre lo salidos que tenía los ojos. Entenderéis que empezara a sentirme incómodo y molesto: aquella niña era bastante antipática. Como no me quería enfadar le dije que eran de aquella manera para verla mejor.
Pero como le gustaba meterse mucho con los demás, insistió de nuevo, y tocó mi punto débil: los dientes. Siempre he tenido problemas con mis dientes, tan grandes y feos. He estado siempre acomplejado por los dientes, y este comentario me pareció muy desagradable. Sé que debería haberme controlado, pero salté sobre ella y le dije que eran así para comérmela mejor.
Seamos serios. Ningún lobo puede comerse a una niña. Lo sabe todo el mundo. Pera esta niña tan estrafalaria y maleducada comenzó a correr por dentro de la casa mientras gritaba. Yo corría detrás suyo para intentar calmarla. Como llevaba puesta la ropa de la abuela y me molestaba, me la quité. Todavía fue peor.
De repente la puerta se abrió, apareció un cazador con una escopeta y comenzó a disparar. Suerte que tenía poca puntería y pude escaparme por la ventana.
Me gustaría decir que este fue el final de la historia, pero no es así. La abuela nunca quiso explicar la verdad sobre lo sucedido, y, rápidamente, se extendió el rumor que yo era un animal feroz, devorador de niñas y muy malo. Todo el mundo empezó a dejarme de lado.
No sé que le pasó a aquella niña estrafalaria y antipática, pero, desde entonces, yo siempre estoy solo, nadie quiere hablar conmigo y no soy nada feliz.
En fi, i si les coses no fossin com sempre havíem pensat? Tu diràs...