Yoselín también quiere tener futuro

Uno de estos días, en clase, comenté que apadrinábamos en casa a Yoselín, de hecho algunos de vosotros también lo hacéis con otros niños y niñas... Ella tiene casi doce años, y ya sabéis que sus facilidades para el estudio son pocas, puesto que debe andar mucho cada día para asistir a unas clases que le permiten soñar mientras dedica tiempo a ayudar en el campo a su familia, la que le queda. No obstante recibe nuestra pequeña ayuda, y no piensa en desaprovecharla...
Pensando en ella, hablando su idioma, hemos recapacitado sobre aquello que quizás necesita más y aquello que seguramente nosotros, podríamos aprender de ella. Quizás podríamos escribirle, aquí, una carta cada uno. Nos presentamos, le decimos quienes somos, cómo vivimos, qué queremos ser y... luego ya la animamos a que también ella llegue a ser y le agradecemos aquello que creemos que podemos aprender de su proceder.
Quizás saber su realidad nos anime a aprovechar eso que llamamos aquí dificultades (estar obligados a estudiar) y allí le llaman... oportunidades. Tal vez lo que aquí rechazamos sin pestañear porque requiere esfuerzo, allí lo llaman necesidad, i de la necesidad nace el futuro...
En fin, que seguro que lo hacéis muy bien. Por cierto, en castellano esta vez sí, pero nada de faltas, así que revisemos bien aquello que escribamos tanto con el corrector como con el corazón.
Som-hi!